Ecuador

 

 

Tras 4 años de trabajo, estamos llegando a la etapa final del Convenio, por lo que la mayor parte de las acciones emprendidas están finalizadas. El trabajo en estos últimos meses se centra en asegurar la parte social, y la sostenibilidad.

 

 

El Convenio se ha desarrollado en 3 líneas estratégicas de actuación durante los cuatro años de ejecución:

 

 

 

Esta acción ha estado encaminada para que tanto mujeres y jóvenes tengan mayor conocimiento y sentimiento, sobre sus derechos y obligaciones, además de valorar la identidad cultural que los une como pueblo. Es importante resaltar que el proceso de sensibilización sobre los derechos de la mujer y la familia ha generado importantes cambios en lo social, que actualmente está permitiendo que algunas de ellas formen parte de los Gobiernos Parroquiales, Directorios de Riego, Juntas Administradoras de Agua Potable, que lideren iniciativas económicas, y que en general tengan mayor participación en la toma de decisiones a nivel comunitario y realizar incidencia política frente a sus gobiernos como parte del ejercicio de derechos.

 

 

La principal inversión del Convenio, es la que corresponde a la gestión técnica y social del agua, con fines de riego y consumo humano.

 

En la provincia de Chimborazo se ha terminado  la construcción del Sistema Zonal de Riego Atapo Palmira que ha introducido  bajo riego por aspersión más de 550 ha y que se constituye en la infraestructura más grande del Convenio.

 

 

 

 

En esta misma provincia también se han introducido bajo riego por aspersión otras 250 ha mediante una red de reservorios familiares en comunidades de la Parroquia de Tixán.

 

En la provincia de Cotopaxi se ha concluido la construcción y puesta en funcionamiento de dos sistemas de riego por aspersión para alrededor de 85 ha (Chinaló Bajo e Itualó), una Planta de Transformación de Altramuces y una docena de sistemas de agua de consumo humano.

 

Que supone esto en la población? Desde el tiempo de sus abuelos, los beneficiarios soñaban llevar el agua hasta Palmira y poder hacer parir la tierra, dejar la pobreza y soñar en la producción a gran escala. Según Oswaldo Roldán, uno de los líderes actuales a quienes les ha tocado forjar lo que sus antepasados anhelaron por años, abrirse paso a través de la montaña no es fácil, la falta de recursos, lo agreste de la geografía pero sobre todo la carencia de un ente que se empodere de la idea, ha hecho de este sistema una utopía.

 

La zona de trabajo representa un deleite para la vista. En pleno páramo, donde el lobo, el venado y el conejo corren libres en su hábitat; la visita es un regalo para los foráneos, que en medio de la dificultad por la falta de costumbre, recogen los testimonios de los protagonistas de esta obra. La labor se inició hace cuatro  años y la gente ya  puede ver y sentir cambio que les trae la llegada del agua de riego. “Todos los días hemos realizado un trabajo, unos para transportar tubos, otros son para colocarlos y hacer las pruebas”, El desierto que era Palmira, se esta modificando día a día, en un paisaje verde.

 

 

Todo el manejo del agua se hace desde el cuidado y protección de las vertientes, hasta el uso racional del mismo, puesto que en su mayoría son zonas donde el agua es escasa, razón mayor para cuidar el líquido vital. Por ello todos los sistemas de riego apoyado con este Convenio son únicamente por aspersión, para hacer el uso más racional del mismo.

 

De manera paralela al cuidado del agua, se ha trabajado en temas agroforestales, para lo cual se tiene en funcionamiento un vivero que anualmente produce alrededor de 100.000 plantas, principalmente nativas.

 

 Se han fomentado las iniciativas productivas agropecuarias, la consolidación la seguridad y soberanía alimentaria. Para ello se dado capacitación   y se han hecho inversiones productivas, entre otras: cebada, quinua, chocho (altramuces), patatas hortalizas etc. En el ámbito pecuario, el trabajo de las inversiones productivas ha estado centrado en los cuyes y pastizales

 

En esta acción se ha cuidado mucho la transformación de los productos con la construcción de una Planta de Transformación de Altramuces en Chugchilán - Cotopaxi. Para que se puedan comercializar los productos, se ha hecho una exploración y apertura de mercados, un estudio de mercado de productos principales y un Plan de negocios.

                 

 

En este eje también hay un componente importante de turismo comunitario, con la generación de capacidades locales para brindar servicios de alimentación, hospedaje y guía, mejoramiento de la infraestructura turística comunitaria, y la promoción de productos competitivos locales, articulados a través de los circuitos turísticos solidarios rescatando y valorando los bienes culturales de cada comunidad. En las comunidades de Quilotoa y Shalalá, se han construido varias infraestructuras de alimentación y hospedaje en una de las zonas más bellas de Ecuador, el volcán del Quilotoa.

 

 A las inaguraciones del Complejo Shalala y de la planta de tansformacion del chocho, asistieron tanto el Embajador de España en funciones, como el  Coordinador de la OTC en Quito, a quienes agradecemos su presencia y continuo apoyo.

 

     

 Restaurante Shalala                                                                                             Volcal Quilotoa

 

 

Todas estas iniciativas comunitarias están enmarcadas en los enfoques de la economía solidaria, para ello se sigue trabajando con mujeres y hombres, principalmente la juventud, en procesos de asistencia y acompañamiento técnico, de manera tal que cada una de las comunidades tengan capacidades suficientes de gestión social, técnica y económica, que confiera sostenibilidad a cada una de estas iniciativas, que se constituye en un trozo de ese sueño colectivo que persigue el presente Convenio.